Si hay algo que resulta realmente fascinante de Facebook es la
extraña afición que ha suscitado por la vida granjeril. A todas horas
nos llegan solicitudes absurdas que nos hacen pensar cuantas horas
pueden pasarse al día sus usuarios jugando a las granjas virtuales.
Una de las más importantes, por no decir la más, es Farmville,
con 84 millones de usuarios y 500 millones de dólares de ingresos. Pero
lejos del mensaje de buen-rollito ecológico y de cooperación que
muestra, ahora sabemos que sus creadores, Zynga, son en realidad despiadados empresarios a los que sólo les importa el dinero.
En la imagen de portada podemos leer: “No quiero jodida innovación,
no sois más listo que vuestros competidores. Simplemente copiar lo que
hacen y hacerlo hasta que consigáis sus números” Estás palabras de
“aliento” corresponden al fundador de Zynga, Mark Pincus.
Según antiguos trabajadores de la compañía, el robo de ideas de otros
juegos es la norma, y la mayoría de sus títulos con más éxito son
refrito de ideas externas, y lo saben.
El problema es que copiar conceptos para juegos o sus diseños y mecanismos de juego no es en sí ilegal, por lo que aprovechan su poder y dinero para arrasar con todo lo que pillen a lo cultura del pelotazo ochentera.
Seguir plantando en granjas manchadas de maldad e impunidad, pero que
sepáis que sus productos virtuales llevan dentro de sí el amargor de la
“maldad” y del refrito a lo programa del corazón.— :Dani Burón
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