Las
personas que gastan gran parte de su tiempo libre frente a una
pantalla son más proclives a alimentarse mal y sufrir problemas
cardiovasculares.
Desde
hace tiempo se tiene la noción de que estar muchas horas sentado
frente al computador, el televisor o en un carro es malo para el
corazón. Ante esto, muchos han optado por corregir la situación
haciendo una hora diaria de ejercicio. Pero ahora resulta que esto no
es suficiente, pues el daño que genera la inactividad durante tanto
tiempo es tan grande que no se resuelve con 60 minutos de pedaleo en el
gimnasio.
Así lo demuestra un estudio del University College London que analizó a
4.512 escoceses mayores de 35 años durante cuatro años. El 54 por
ciento confesó que dedicaba entre dos y cuatro horas a ver televisión,
mientras el 29 por ciento duraba más de cuatro. Los investigadores
encontraron que aquellos que permanecían sentados más de dos horas
frente a una pantalla tenían el doble de riesgo de morir de un problema
cardiaco comparado con los que gastaban menos tiempo en ello. Esto sin
contar el periodo de trabajo o de estudio y variables como obesidad,
diabetes o tabaquismo. El estudio saldrá en el Journal of the American
College of Cardiology.
No
es el primer estudio que arroja conclusiones similares. Cada vez se
acumula más evidencia de que estar inactivo es en sí mismo un riesgo,
independientemente de si la persona hace o no ejercicio. Un estudio
realizado el año pasado concluyó que los hombres que pasaban sentados
en un mismo puesto 23 horas a la semana tenían un riesgo mayor de morir
del corazón que aquellos que solo permanecían 11 horas. Aun más
sorprendente es otro estudio realizado entre niños y publicado en 2009,
que halló un aumento de la presión arterial en aquellos que miraban
más televisión. En ambas investigaciones no tuvo ningún impacto el
hecho de que los participantes hicieran ejercicio o tuvieran una figura
esbelta.
Entre
las explicaciones que se han dado para entender este fenómeno está que
los individuos tienden a comer más mientras están sentados frente al
televisor. De hecho, algunos estudios han demostrado que la gente es más
proclive a comer alimentos menos sanos en estas circunstancias.
Otra
posible razón es que el metabolismo de los lípidos se afecta con la
inactividad, pues, según se ha encontrado en estudios en animales, se
reduce el trabajo de una enzima conocida como lipoproteína lipasa,
responsable de metabolizar la grasa que circula en la sangre y llevarla a
los músculos para que sea usada como fuente de energía. El ejercicio
tendría muy poco impacto en la actividad de la hormona, y por eso es que
en los estudios el riesgo se vio a pesar de que las personas hicieran
algún tipo de actividad física para compensar. Otro trabajo logró
establecer que cuando las personas obesas reducen su consumo de
televisión a la mitad logran quemar más rápido las calorías.
Se
ha sugerido otra opción y es que pasar mucho tiempo sentado aumenta el
nivel de la proteína C reactiva, que es un marcador de inflamación en
el organismo ya conocido por generar un riesgo cardiovascular.
Estos
hallazgos generan un dilema pues la mayoría de personas pasan hoy
mucho tiempo sentadas. Luego de trabajar ocho horas en una oficina, la
gente se sienta otra más en su carro para regresar a su casa y, una vez
allí, se instala en el sofá otras dos horas para ver televisión. Los
médicos sugieren reducir el tiempo frente a una pantalla en los
espacios de ocio, pero el gran reto será aumentar la actividad física
en el trabajo.(Semana.com)
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