Sin embargo el prelado católico se opone a las protestas violentas
SANTIAGO.-
El arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Ramón Benito de
la Rosa Carpio, defendió ayer el derecho a las protestas de los grupos
populares que convocaron un paro nacional para el día 11 de este mes
contra la política económica del Gobierno y otras reivindicaciones.
Sin embargo, De la Rosa y Carpio afirmó que las huelgas se justifican siempre y cuando no alteren el orden público e impidan el libre desplazamiento de quienes desean realizar sus actividades cotidianas.
"Una huelga o una protesta que termina con violencia o haciendo daño, es un medio muy primitivo de hacer los reclamos", manifestó el prelado católico.
Sin embargo, De la Rosa y Carpio afirmó que las huelgas se justifican siempre y cuando no alteren el orden público e impidan el libre desplazamiento de quienes desean realizar sus actividades cotidianas.
"Una huelga o una protesta que termina con violencia o haciendo daño, es un medio muy primitivo de hacer los reclamos", manifestó el prelado católico.
"No estamos de acuerdo con una huelga sin justificación pero aquellas que se justifiquen tienen que hacerse sin dañar personas ni propiedades", comentó el religioso.
Sostuvo que en el caso de la República Dominicana se debiera imitar las protestas que se desarrollan en Europa donde según manifestó la población se manifiesta sin causar daño a las personas ni la propiedad en particular.
La huelga anunciada para este mes contra la política económica del gobierno es organizada por una serie de organizaciones agrupadas en el Foro Social Alternativo.
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