Roban candados, verjas y hasta ataúdes; el administrador del cementerio ‘Cristo Vivo’ lo niega
SANTIAGO.- Unas cien tumbas han sido
violentadas en el cementerio Cristo Vivo, de El Ingenio, dejando al
descubierto que ni los muertos se salvan de la delincuencia en esta
ciudad.
Los sepulcros que presentan robo son los que se encuentran a orillas
de las paredes del cementerio, que permiten el acceso a algunos barrios
y es una zona oscura y lejana de la entrada principal.
Otro de los problemas en este camposanto es que está muy abandonado,
en algunos casos porque los familiares no mandan a limpiar los
predios, lo que provoca el ocultamiento de los delincuentes y la
proliferación de personas que nada tienen que ir a buscar a este
lugar.
“Y es que ni lo muertos descansan en paz, a tal punto que
drogadictos, de los denominados ‘piperos’, se roban los candados y otros
objetos de metal para venderlos y satisfacer su adicción”, comentan
deudos de los muertos.
Mientras que los habitantes del área dicen que los malhechores, a
pesar de que son apresados realizando este tipo de hecho, aún permanecen
en la zona.
Parientes de difuntos que descansan en este cementerio denunciaron
además que todo aquello que se deja sobre las tumbas -principalmente las
lápidas de hierro y floreros- también es robado.
Recalcan que esto ha dejado el camposanto en manos de los
delincuentes, quienes en la noche se llevan hasta verjas enteras para
venderlas como chatarra. “También se están robando las placas de hierro
donde están inscritos los nombres de los difuntos. Este material lo
funden y se lo venden a las mismas empresas que fabrican esas placas. Lo
cual también los implica a ellos, por ser cómplices al comprarlas”,
asegura Pablo Escotto.
Carmen Reinoso dice que las autoridades deben coordinar con la
Policía Preventiva y el Ejército para realizar operativos nocturnos.
A pesar de que los visitantes y vecinos advirtieron de los problemas
que existen en el camposanto, el administrador del cementerio Cristo
Vivo negó que en el mismo se estén sustrayendo ataúdes, lápidas y otros
efectos.
Las frases
Quejas de deudos
Y es que ni lo muertos descansan en paz, a tal punto que drogadictos,
de los denominados ‘piperos’, se roban los candados y otros objetos de
metal para venderlos y satisfacer su adicción”.
Se están robando las placas de hierro donde están los nombres de los
difuntos, y las venden a las mismas empresas que las fabrican”.
Más de cien tumbas han sido violentadas por los vándalos.
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