Luis Rafael Vásquez, el hombre que intentó cortarse
el pene atormentado por la negativa de su ex pareja a reconciliarse con
él, fue intervenido quirúrgicamente por un equipo médico que logró
salvar su miembro viril.
Vásquez, de 40 años de edad, ahora prácticamente ni se acuerda de los
momentos vividos y desconoce con que objeto cortante intentó cercenarse
el órgano, aunque admite que fueron los celos de saber que no volvería a
juntarse con Nélsida Batista González, lo que lo llevaron a cometer esa
acción, de la que ahora se arrepiente.
El hombre fue operado en el hospital regional José María Cabral y
Báez. El hecho ocurrió el pasado martes en la calle nueve del sector
Ensanche
Libertad.
Aunque se encuentra fuera de peligro, en el cuarto nivel del hospital regional José María Cabral y Báez, el paciente es mantenido prácticamente amarrado para impedir que pueda escapar, pues antes de intentar cortarse el pene también intentó quitarse la vida.
Aunque se encuentra fuera de peligro, en el cuarto nivel del hospital regional José María Cabral y Báez, el paciente es mantenido prácticamente amarrado para impedir que pueda escapar, pues antes de intentar cortarse el pene también intentó quitarse la vida.
De acuerdo al informe del departamento de comunicaciones del centro
de salud, el equipo de urólogos que atendió a Vásquez, logró
estabilizarlo, pues las heridas que se provocó no eran de tanta
profundizad y nunca llegó a cercenarse completamente su pene.
Al momento se ser ingresado al centro de salud presentaba un cuadro violento y hasta intentó golpear a médicos y enfermeras.
Al conversar con algunos medios de comunicación, Luis Rafael, quien
hasta hace poco se desempeñaba como ebanista, narró que al padecer de
problemas de epilepsia no se dio cuenta de lo sucedido por lo que al
parecer fue otra persona quien lo llevó al hospital.
La pareja llevaba quince años de unión sentimental, pero los
maltratos y la forma violenta en que actuaba Luis Rafael, llevaron a
Nélsida Batista a abandonarlo hace algunos meses y hasta a solicitar
una orden de alejamiento.
Rosaida González, madre de Nélsida, advierte de las consecuencias que
puedan suceder si Luis Rafael sigue en las calles y dice que los
tormentos a los que ha sido sometida por la forma en que trata a su
hija, la han llevado a momentos depresivos.
“Ese hombre, de rozarle estaba llamando a todo el mundo a matarse, y
así trataba a mi hija, el no entiende que ella no quiere nada, que la
deje en paz”, refiere Rosaida González.
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