Los impuestos nacionales a los combustibles son abusivos, al tiempo que reproducen efectos inflacionarios en toda la economía. Su omnipresencia en todo el quehacer económico, supone se les grave lo menos posible.
Se diría, que las naciones europeas se desarrollaron con altos impuestos a los combustibles, sin embargo, habría que mencionar sus excelentes sistemas de transporte a precios muy razonables.
Estados Unidos de América es la nación con la relación más favorable, entre las variables, salario, costo de la vida y niveles impositivos. Aunque su fortaleza esté a pruebas en la presente crisis financiera mundial, no caben dudas, que su sistema impositivo tiene el vigor suficiente para pagar el costo de su recuperación.
El precio de venta de la gasolina en la costa este, vale decir, New York, New Jersey y otros estados, oscila en los 2.65 dólares el galón, equivalentes a 93 pesos dominicanos. Los impuestos federales, estatales y citadinos, totalizan el 11%, por tanto, se pagan 10.23 pesos, y nada más.
La distribución porcentual del precio de venta al consumidor de la gasolina regular, es del 11% en impuesto, el margen de distribución y comercialización de 8%, la refinación de crudo a gasolina el 14% y finalmente, la adquisición del crudo o materia prima es el 67%.
En cambio, el presidente Leonel Fernández disimula saber el daño que hace a la economía un sistema impositivo abusivo por su naturaleza confiscatoria, donde incluso el GLP, que según la Ley No.112-00, hay que subsidiarlo con el 30% de su precio, se le hace pagar actualmente 7.7 pesos por galón.
En la arbitraria lógica del gobierno nacional, el precio de la gasolina regular se descuartiza, en un 35% como impuestos al gobierno, el 14.2% de margen de distribución y comercialización, y finalmente, el precio ex –refinería o de paridad de importación, representa solo el 51%.
En términos numéricos, de los 155.7 pesos por galón de gasolina regular, 54.47 pesos son impuestos, 22.13 pesos cubren un costosísimo margen de distribución y comercialización, y el costo ex refinería o paridad de importación, solo representa 79 pesos por galón.
El GLP debe venderse con un subsidio del 30% según la Ley 112-00, pero en el 2006, el gobierno introdujo en la Ley de presupuesto un advalorem del 16%, que asciende a 7.47 pesos por galón. La gente no sabe tampoco, que al comprar GLP está pagando una comisión de 0.80 pesos por galón, para el Bonogás, aunque se presenta al pueblo como un sacrificio oficial. Todo es engaño.
Fuente:7dias.com.do
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