El dolor puede llegar a nuestra casa !!!OJO CON ESTO


Muchas veces, es más, casi siempre, pensamos que al otro le puede suceder tal o cual acontecimiento, pero nunca la desgracia tocará nuestra casa. En esta ocasión comparto con mis lectores y lectoras mi experiencia.
Pues a mi más que prima-hermana le asesinaron a su esposo, el cómo fue y las razones reales del hecho aún no lo sabemos, sin embargo, por más que se busquen respuestas lo cierto es que hay una triste realidad.
Y es que, cuando una persona mata a otra, muchas mueren con ese ser, pues queda una esposa destrozada, una hijastra desconsolada y un niño de 6 años que no entiende que su papito no volverá con él para hacer la tarea.
El caso me tocó más de la cuenta, pues los hijos de mi prima-hermana, son los hijos que no he tenido, me los “robé” desde el día que nacieron. Para todo el que me conoce sabe que son la luz de mis ojos, y que amo a mi hermana infinitamente.
Tener un arma implica muchas cosas, incluso hasta una evaluación sicológica, pues el alcohol y la bebida no son buenos amigos. Últimamente se ha hablado de la delincuencia y del desarme, y ahora en la Navidad pasada, no sé qué tan eficientes fueron esas medidas, ya que en Las Matas de Farfán, de San Juan de la Maguana, alguien, incluso familiar de mi cuñado, decidió que él ya no debía vivir más.
Ese individuo entendió que mi hermana debía ser viuda y que mis sobrinos tenían que ser huérfanos.
Y aunque mi sobrino querido y amado aún no sepa leer le respondo lo siguiente, por primera vez y por esta vía, porque cuando lo tengo enfrente se me desarma el corazón cuando me pregunta: ¿Tía, dónde está mi papá? ¿Cuándo viene? ¿Quién va a jugar conmigo pelota? O ¿Quién me llamará a mi celular? A ti, mi hijo, te digo: no sé quién hará tantas cosas contigo, pero por ahora estoy aquí y soy tu tía que te amará y te protegerá por siempre.
Con dolor y lágrimas, les digo queridos lectores “no sabía que la sangre pesaba tanto”, ahora la vida me lo enseñó.

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