Piratería fulmina el comercio legal y fuentes de empleo

Miles de personas bajo el escudo de “padre de familia” hacen aumentar la piratería, actividad que cada día se vuelve más millonaria, muchas veces sin el usuario tener conciencia de la gravedad que representa comprar un producto pirateado.

En República Dominicana, la venta de productos pirateados (películas, música, software y libros) se realiza en cualquier esquina, es como vender un plátano o una tarjeta telefónica.

Este fenómeno está llevando a sucumbir a las empresas cinematográficas locales, las salas de cine, disqueras y el talento joven.

Asimismo, lleva a que artistas y autores no tengan beneficios ni puedan desarrollar su arte, privándolos de una fuente de salario segura para ellos y su familia.

En los últimos cuatro años la Oficina Nacional de Derecho de Autor (Onda) ha decomisado 2,850 copias de discos en el área de música de DVD, lo que significa que se han estado decomisando un promedio de 70 mil copias por año.

“Eso es mucho, nunca se había visto y se ve en pocos países”, afirma el director de ese organismo, Marino Féliz Terrero.

Haciendo un cálculo conservador, el funcionario afirma que en ese periodo la Onda logró evitarles pérdidas a los titulares de derecho de autor por más de RD$200 millones.

Además de incautar los equipos que le sirven de soporte, como son reproductora de CD, captación de software, quemadores y maquinaria de soporte para la elaboración de etiquetas y todo ese tipo de material que usan para ser vendidos de manera más atractiva en las calles.

En cuanto a venta de software, los estudios más recientes indican que de cada 10 software que se instalan en el país, 8 son pirateados, no pagan los derechos de autor, lo que hace que el país se encuentre entre las naciones latinoamericanas que más han desarrollado la piratería de software, calculándose que esa práctica con programas informáticos en Latinoamérica ha ocasionado pérdidas superiores a los US$5,000 millones en los últimos años.

Esto demuestra que la piratería se ha diseminado tanto en los últimos tres años, que según la encuesta realizada por la empresa Asisa Research Group. S.A, aplicada del primero al cuatro de este mes, sólo la piratería de cine movió RD$1,428 millones a nivel nacional.

Ante esto, el productor de películas Ángel Muñiz prefiere citarla como “la muerte del cine comercial dominicano”, ya que en cualquier calle o avenida es común encontrar a vendedores ambulantes de películas en formato de DVD o discos compactos y casetes, de intérpretes nacionales y extranjeros.

Esto ha dado pie a que el Departamento de Falsificaciones de la Policía Nacional, de septiembre a la fecha, ha enviado a la justicia a alrededor de 567 personas sometidas por piratería.

En ese mismo período, la Procuraduría Fiscal de la Provincia Santo Domingo ha deportado a ocho ciudadanos haitianos a través de la Dirección de Migración, cinco con medidas de coerción, dos con multas de un millón de pesos de planta para cada uno y uno con multas de 500 mil y 100 mil pesos de fianza.

“Estamos haciendo el trabajo pero nos falta logística, personal y nos están dejando solos las personas perjudicadas”, citó el procurador fiscal adjunto coordinador del Departamento de Propiedad Intelectual, Matías Minaya Nolasco.

¿Es suficiente? Pues para los actores de este sector, no. El problema se resuelve de raíz al momento en que las autoridades hagan cumplir la Ley 65-00, sobre Derecho de Autor, concerniente a las sanciones que se aplican a todo aquel que incurre en la ilegal práctica, y que establece que van a prisión correccional de tres meses a tres años de cárcel y recibe una sanción desde 50 hasta mil salarios, es decir, de 200 mil a cuatro millones de pesos.

Sin embargo, para el quemador, importador y mochilero esta ley no funciona.

De hecho, el coronel Ney Bautista, del Departamento de Falsificaciones de la Policía Nacional, de manera jocosa citó en medio de la celebración de la mini cumbre para el Diseño de Estrategias Relacionadas con el Derecho de Autor y la Piratería, que tiene algunos casos en que han agarrado a las personas en la mañana; los sueltan, “y volvemos a agarrarlos en la noche”.

Otro problema que se ha sumado es que están recurriendo para las ventas pirateadas a menores de edad.

Para combatirla. Al margen de la persecución policial, parte de la solución, y en ello coincidieron: Oswaldo Gironet, representante de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual; Ángel Muñiz, productor cinematográfico, y la especialista en Propiedad Intelectual Zaida Lovatón, es adoptar medidas educativas, con la concienciación del uso responsable de la internet; y legislativas, con una mayor aplicación judicial.

Recomiendan a las autoridades colocar un impuesto a la entrada de DVD y CD en blanco al país, y a regular los puntos de venta de los mismos.

También a que se destine un porcentaje de la venta de DVD, CD y quemadoras a la Onda y a la Policía Nacional para que puedan equiparse y así enfrentar el grave problema que lleva a la quiebra a muchos sectores.

El ex embajador de los EE.UU, Hans H. Hertell, dijo una vez que la protección de los derechos de propiedad intelectual contribuye al desarrollo de los países y promueve sus entornos empresariales y artísticos.

Entidades se zapatean ante la expansión del mal

Seguir Leyendo....

Comentarios