SAN LUIS. Carl Crawford corrió a toda velocidad hacia la cerca en el jardín izquierdo y saltó, con el brazo extendido y el guante apena por encima del muro de 2,5 metros.
Por un instante todo el mundo en el estadio esperó. Y entonces el jardinero de Tampa Bay alzó el guante para que todos viesen que tenía la pelota.
Crawford hizo una atrapada muy oportuna y se llevó el martes el premio al Jugador Más Valioso del Juego de Estrellas, robándole a Brad Hawpe un jonrón que habría colocado adelante a la Liga Nacional, y la Liga Americana venció 4-3 en el Juego de Estrellas.
"No pienso que me haya robado un jonrón anteriormente. Escogí un buen momento para hacerlo", dijo Crawford.
El veloz jardinero, que hacía su tercera comparecencia en un Juego de Estrellas, fue elegido por los jugadores como reservista. Salió de la banca en el quinto como emergente y bateó un sencillo, finalizando de 3-1.
Considerado uno de los mejores defensores en los jardines, Crawford, de 27 años, encabeza ambas ligas con 44 bases robadas.
En la escuela secundaria era tan talentoso que fue estrella en tres deportes, y consideró jugar baloncesto para UCLA o fútbol americano para Nebraska.
Pero optó por el béisbol y eso resultó una excelente decisión. Su atrapada ayudó a la Liga Americana a mejorar a 12-0-1 en los últimos 13 Juegos de Estrellas - incluyendo siete victorias en fila.
"Es una gran sensación ayudar al equipo a ganar", dijo Crawford. "Ésa es parte de mi juego - la defensa".
Pero incluso su manager estaba impresionado.
"Nunca le he visto hace algo así. La forma en que se colocó debajo del batazo fue excelente y obviamente la atrapada fue fantástica", dijo el piloto de la Americana Joe Maddon, que dirige a Crawford en Tampa Bay.
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