PROTEGÍAN INGRESO DE DROGAS CON BARCOS DE LA MARINA EU utilizó a “agentes encubiertos” para descubrir complicidad militar

ESTRATEGIA. CAMUFLARON AVIÓN PARA SIMULAR QUE PERTENECÍA A LOS CARTELES DEL NARCO
Rossó Peña y Suárez Silfa utilizaban su posición para ofrecer seguridad a cargamentos de droga que entraban y salían del país.
Apresamiento. El ex teniente de navío Carlos E. Rossó Peña fue detenido por las autoridades dominicanas al llegar al país proveniente de Colombia

Santo Domingo.- Unos 30 oficiales de las Fuerzas Armadas, algunos de ellos con capacidad para autorizar el uso de lanchas de la Marina de Guerra en la escolta y protección de aviones y lanchas que transportaban drogas hacia el país, tomaron parte activa en una estructura de apoyo al narcotráfico que ha sido parcialmente desmantelada, de acuerdo con investigaciones que de manera conjunta realizaron autoridades norteamericanas y dominicanas desde el 2007.

La Administración para el Control de Drogas (DEA), el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos y la Dirección Nacional de Control de Drogas dominicana, montaron inclusive una estratagema en la que se usó un avión militar norteamericano, camuflado, para transportar una carga ficticia de drogas de 500 kilogramos de cocaína, a fin de detectar los niveles de complicidad de esos oficiales con un grueso despacho de drogas desde Colombia.

Los investigadores de la Fuerza de Ataque del Corredor del Caribe (CCSF), compuesta por agentes de estas cuatro instituciones, determinaron que el ex teniente de navío Carlos Rossó Peña y el ex capitán de corbeta Miguel Suárez Silfa, junto a más de una veintena de oficiales cuyas identidades no se revelan, proveían barcos de la Marina de Guerra para escoltar lanchas pequeñas que traían drogas desde Colombia, y al mismo tiempo proporcionaban información de inteligencia, ultraconfidencial, a los narcos colombianos para indicarles cuándo traer o no las drogas al país.

Los norteamericanos penetraron uno de sus agentes encubiertos en el grupo y éste le entregó a Rossó Peña un teléfono satelital y un celular Blackberry legalmente equipado con un dispositivo de rastreo para monitorear la ubicación del ex oficial de la Marina, y el dominicano usó ambos aparatos para proteger los cargamentos de cocaína que enviaba al país una organización compuesta por Heriberto Almonte Reyes, dominicano, y por los colombianos Harvey Bermúdez Lasso y Gustavo Gallego Cordova.

Uno, identificado como Daniel A. González, era el que recibía y entregaba las drogas a nombre de Almonte Reyes. Otro personaje, una mujer llamada Amparo Balaguera Sarta era la agente de intercambio de dinero y despachante de los cargamentos de droga desde Colombia. Ella es socia directa de Bermúdez Lasso.

Seguir Leyendo Click Aqui

Comentarios