Galería fotos momento rescate por los bomberos SDE del obrero que se lo "tragó" una escalera eléctrica de Megacentro


Santo Domingo Este.- La situación no fue tan "simple" como se percibe a simple vista. Fue más grave aún.
La escalera asesina de Megacentro "agarró" al obrero Melvin Bartolo Toribio por la pierna izquierda, se la arrancó "de cuajo" desde la pelvis; también le despedazó el ano y le arrancó el pene.

La otra pierna, la derecha, se la dobló totalmente hacia arriba de su cuerpo, como cuando se toma un muñeco de trapo y se lo dobla totalmente hasta colocarlo encima del pecho.

La escalera, también le destrozó parte del vientre y le dejó expuestas todas las vísceras.

Algo intereseante, a pesar de su tragedia, Toribio, que trabajaba dándole mantenimiento a la escalera asesina, no lloraba, ni sangraba en abundancia.

No sentía dolor y, al contrario, colaboraba con los bomberos y paramédicos quele auxiliaban.
Era una escena totalmente opuesta a la que se podía esperar.

Quizás los bomberos esperaban que el accidentado estuviera gritando de dolor y que la sangre brotara a borbotones.

Ni una cosa ni la otra.
A algún médico le preguntaremos porqué no sentía ningún dolor a pesar de que la pierna izquierda la máquina se la acababa de arrancar desde el tronco.

Lo cierto es que el Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Este afrontó una situación inédita en toda su existencia y se empleó a fondo para sacar el cuerpo de entre los hierros.

Si, de entre los hierros. De abajo, no de arriba por donde la gente camina, sino de abajo, donde quedó acostado, después que la maquinaria se detuvo tras haberle destrozado parte del cuerpo, aunque parezca increíble.

Allí estaba, aprisionado, con la escalera apretándole el abdomen, mientras la pierna derecha la tenía doblada hacia arriba, y todas las vísceras expuestas. El, sin dolor alguno, solo esperando por ayuda.

¿Cómo llegó a ese lugar y en esa posición inimaginable?
La hipótesis más socorrida es que alguien prendió la escalera  cuando el tenían un pie dentro del hueco y los hierros lo agarraron y, virtualmente, se lo tragaron mientras demolían parte de la anatomía dle obrero.

Para que los lectores de Ciudad Oriental tengan una idea del lugar preciso en el que ocurrió el accidente vamos a decirle dónde fue, quizás usted ha ido a ese sitio y ha subido por esas escelaras.

Fue la escalera a la que se tiene acceso por la puerta principal, la que da a la intersección de la avenida San Vicente de Paúl y Carretera Mella.

Fue la escalera de la derecha, la que está del lado de MacDoldald, junto al ascensor.

Ocurre que, cuando usted sube, al final, observará que hay una tapa, sobre la que usted, da ese "saltito".

Ahí, en ese lugar era que trabajaba el obrero, sin la cubierta, cuando la escalera se lo tragó y lo jaló hacia "su vientre".
Allí lo encontraron los bomberos y su personal paramédico. Antes de extraerlo, intentaron canalizarle alguna de las venas, pero no se las encontraron, a pesar de que Melvin colaboraba colocando el brazo donde le solicitaban.

No se imaginaba que una parte de él ya no existía de la cintura para abajo.
El entorno, en pocos minutos, estuvo a reventar de curiosos, pero la seguridad de Megacentro pudo establecer un perímetro de seguridad efectivo para permitir a los bomberos y el personal paramédico trabajar con más libertad.

Mientras el cuerpo de Melvin estaba atascado en medio de los hierros, los bomberos tenían que decidir rápidamente cómo hacerlo.

Si se decidían por desarmar la estructura iban a tardar demasiado tiempo y el accidentado podía fallecer.
Era una carrera contra el tiempo.

Los técnicos de la empresa a cargo de instalar y dar mantenimiento a las escaleras de Megacentro estaban allí.

Admitieron que tardarían mucho tiempo desarmando la estructura y, al final, se decidió mover la escalera, pero no eléctricamente, sino manualmente, y así lo hicieron hasta que, con todo cuidado, pudieron extraerlo hacia atrás, desde abajo de la escalera, donde permaneció atrapado.

Pudieron colocarlo en una camilla.
Al lado, en un carrito de esos de compras de los supermercados, llevaban la pierna hasta el hospital Dr, Darío Contreras.

Las imágenes que acompañan esta nota ayudan a entender lo que ocurrió.

Las flechas y círculos blancos muestran el lugar exacto hacia donde lo tragó la escalera.


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